sábado, 4 de diciembre de 2010

COMO EL COÑAC.


Hoy me encuentro como el Coñac, he entrado por fin en calor, (que llevaba unos días que me pelaba de frío), estoy fuerte, y peso 103. *
Llevamos 52 kilos perdidos, bueno en realidad lo llevo yo sólo, pero como tenía el peso de dos, por eso hablo en plural.

Que ironía tenemos los gordos, la gente dice de que buen humor estás siempre, pero a poco que alguien rascase, vería que no es así, estamos tan acostumbrados a la broma tosca del chusco, que no hemos encontrado otro sistema de autodefensa que adelantarnos a la ofensa y a la vejación, diciendo para que se ría alguien de nosotros nos reímos nosotros mismos.

A poco que penséis veréis los que habéis sufrido o sufrís esta situación, cuantas gilipolleces decimos para no ser heridos, a saber:

* Cuando me subo en la báscula ella me dice... De uno en uno.

* Los gordos somos mucho más felices.

* Más vale tener que desear.

* Los gordos damos doble placer cuando hacemos el amor... Durante, y luego cuando nos bajamos.

* Lo de mi peso se cura, pero lo de tu cara es imposible.

* No estoy gordo, es que me pesan los cojones (con perdón)

* No tengo tripa, tengo el pecho caído.

* Es más fácil saltarme que rodearme.

* Que voy a reventar... pues échate a un lado y dame otro pastel.

Etc, etc, etc.

Esas son las armas que utilizamos, para entre tanto ataque, "bienintencionado" o no de todos aquellos que se ven con el derecho a inmiscuirse en nuestras vidas, nos sirven para defendernos.
Sigamos utilizándolas en la medida que nos sean útiles, pero sin olvidar que al final tendrá que llegar una solución a nuestro problema de peso para acabar con él, antes de que él acabe con nosotros.
En mi caso y tras mil intentos la única solución ha sido la gastrectomía tubular, cada cual puede tener su solución, no nos debemos amargar porque la amargura nos proporciona ansiedad, y esta nos da más hambre, pero debemos luchar, lo importante no es el número de veces que uno caiga, sino la capacidad que tengamos de levantarnos de nuevo.
Y a todos esos que hablan de más, no nos privemos de contestarles groseramente, que digan... coño con el gordo que mal carácter tiene, incluso si es necesario un bofetón a tiempo quizá evite que hagan nuevos comentarios que nos duelan. ¿Qué sabrán ellos pobres ignorantes, de nuestros problemas de todo tipo, a la hora de atarnos unos cordones de los zapatos, de ponernos unos calcetines, de nuestra limpieza íntima, de nuestro cansancio en la cama por las puñeteras apneas, por las malas digestiones, o por ese dolor de riñones que sentimos como si nos estuviesen serrando por medio, y que nos obliga a levantarnos, porque no podemos seguir más en la cama.

Ánimo a todos los gordos y gordas del mundo. Pero vigilad, no bajéis la guardia, porque nuestro enemigo real no es el ejército de payasos que se permiten darnos consejo, nuestro enemigo se llama grasa, y esta nos oprime el hígado, el corazón, los pulmones, arterias y demás órganos de nuestro cuerpo, ella no dirá una tontería y se marchará, ella se quedará en silencio, jodiéndonos la vida. Contra ella debemos luchar.

Mientras tanto hoy os transmito mi alegria, como el Coñac, hoy soy un hombre 103.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Uno más... o uno menos.


Efectivamente, ya es un kilito más en mi cuenta, o lo que es lo mismo un kilo menos en mi peso total.
En este momento he llegado a los 104 kg. (51 menos desde que empecé), me encuentro animado, y sólo espero que llegue el día en el que baje a las dos cifras, je, no me lo voy a creer.

Sigo sin tener hambre, pero me veo con ganas de picotear, y me preocupa la deriva que pueda tomar eso. De momento lo controlo con líquidos, en cuanto tengo ganas de picotear me meto un zumo para el cuerpo, sin azúcares, y consigo que se me quite la ansiedad.

Ayer volví a vomitar, se me olvidó que estaba operado, y como tenía una reunión por la tarde, pretendí comer en cinco minutos, la comida era ligera, un poco de pollo guisado, una tajadita y media y ... corriendo al baño a descomer.

El truco está en cambiar de hábitos, tomarse su tiempo para comer, y al igual que uno no puede ver una película de hora y media en un cuarto de hora, o no puede (o no debe) mantener una relación sexual en dos minutos y con prisa, pues lo mismo sucede al comer, hay que darle su tiempo, y uno necesita para comer ... el tiempo que necesita, no el que tengamos; hay que abrir un hueco, hay que concienciarse y disfrutar de la comida de distinta manera a lo que hacíamos antes, ahora no se trata de comer hasta sentirse gocho, no, ahora se puede y se debe disfrutar de las texturas, de los olores, del placer de la comida en general, y de la compañía de los tuyos en particular.

Hoy me han dado la analítica completa, (la del otro día era un adelanto), y efectivamente parece que me hubieran dado la de otro; todo está en orden, la glucosa, el ácido úrico, el colesterol, las proteínas, vitaminas. Joder, me encuentro como un chaval, he empezado a hacer ejercicios de musculación para mis brazos, que lo estaba necesitando, estoy deseando empezar con las largas caminatas por el monte.

Pero todo a su tiempo.

Estoy jodido el urólogo me ha recomendado que aún pase un tiempo sin montar en moto, no todo podía ser perfecto; aunque seguro que él no tiene moto, no sé si le voy a hacer caso.

Saludos.

viernes, 19 de noviembre de 2010

REUNIÓN CON EL CIRUJANO.


He tenido visita con el médico, me ha saludado muy efusivamente, y es que veo que está contento con la forma en la que estoy llevando el post-operatorio.

He perdido un total de 50 kg. desde que comencé el tratamiento previo a la cirugía.
En este momento peso 105 kg. y he bajado mi IMC a 37, con lo que he dejado también de ser un obeso mórbido.

Estoy bastante contento, no sólo por los resultados que observo sino porque además creo que por fín estoy asimilando mi nueva situación; ahora en vez de comer como se comía antiguamente en las bodas (casi hasta reventar) me he convertido en un adorador de la nouvelle cuisine; esto es puedo comer exquisiteces pero en cantidades ridículas.

Según me ha dicho el cirujano y el endocrino, a la vista de la analítica, he reducido notablemente mi nivel de grasa en hígado, lo cual es muy interesante; he mejorado mis niveles de albúmina, (deberé seguir tomando claras de huevo), y estoy mucho mejor en calcio y vitaminas. En lo único que sigo sin mejorar es en el tema tiroideo, pero tiene su explicación: Yo tomaba Eutirox 150 todos los días, el endocrino me lo redujo a Eutirox 100, pero con la pérdida de peso que he tenido me ha prescrito nuevamente que pase a Eutirox 75, a fin de adecuar mis necesidades hormonales a mi peso actual.

Por otra parte el cirujano me ha hecho una previsión en base a una tabla que han creado un sesudos galenos; la previsión es que (salvo que lo hiciera mal, o me superase de manera increíble) mi imc debería pararse en 31, o lo que es lo mismo para mi altura en 86,5 kg. Yo casi me daría por contento con algo menos, pero evidentemente mi próximo reto será acercarme a esa cantidad próxima a los 70 kg. de pérdida de peso, y para llegar a esa cantidad tengo unos seis meses puesto que luego se estabilizaría la pérdida de peso, y será más difícil bajar.

También le he comentado que a pesar de no ser goloso, llevaba unos días picoteando un poco de chocolate, porque tenía mucha necesidad de él, como si el cuerpo me lo pidiese; el cirujano me ha dicho que no me preocupe, que puede que tuviese baja la glucosa, pero que no me descuide porque a veces uno vuelve a engordar con malos hábitos nuevos, que antes no tenía. Es decir que nuestra obesidad se convierte en mutante, y nos ataca con nuevas armas que antes no nos preocupaban y para las que no estamos prevenidos.

Nueva visita en 4 meses; antes seguiré contando como me van las cosas.

Un besote.

martes, 2 de noviembre de 2010

MÁS CULO QUE UNA LOTERA

Llevo quince días sentado restableciéndome de mis lesiones, y como se dice vulgarmente voy a echar más culo que una lotera, en estos quince días, (el médico temía que engordase), pero se ha producido el efecto contrario, estoy sin apetito, al no hacer nada de ejercicio, no he generado hambre ninguna, estoy comiendo por obligación, he perdido masa muscular, y me encuentro bastante débil, al no moverme he aumentado mis problemas de estreñimiento, y en este momento peso 48 kilos menos que cuando empecé el tratamiento; curiosamente sólo he tenido apetencia por tomar chocolate, llamativo, dado que nunca me ha gustado especialmente lo dulce; estoy aprovechando para volver a mis lecturas, fundamentalmente las históricas, dado que tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a ellas.
También he leído alguna nota de prensa del Doctor que me intervino, el doctor Castejón, y que por su interés os transcribo:


¿ Cuáles son los criterios que se emplean para determinar cuáles son los pacientes que deben ser intervenidos. ?


Fundamentalmente el hábito dietético del paciente. Es decir, que hay tres grandes grupos de pacientes obesos: El primer grupo es el obeso mórbido que come grandes cantidades de comida, es pues, "el comilón". Hay otro grupo que es el paciente que no hace grandes ingestas pero que está comiendo casi continuamente, que se define en el argot de la calle como "el picoteador", la persona que está picoteando constantemente. Y un tercer grupo que es "el goloso", que no come ni grandes cantidades ni picotea, pero que se alimenta a base de dulces, y un aporte hipercalórico, de modo que aunque sea poca la cantidad de alimento en sí, engorda bastante. Entonces es en función de ese planteamiento de paciente que se determina que técnica se realiza.

Yo pertenecía al primer grupo que según me decía el médico es de los que mejor se tratan, yo no comía entre horas, ni soy goloso, pero cuando me sentaba a comer, cuando yo me sentaba a comer, más vale que los demás se apartasen su comida, porque yo no tenía freno alguno.

Espero que con la gastrectomía haya solucionado definitivamente mi problema.

Mi Talla actual es una 54, es decir he bajado 8 tallas.

sábado, 23 de octubre de 2010

FIN DE SEMANA MOTERO (CUENCA)



Precioso fin de semana por la Serranía de Cuenca, unos 500 kilómetros en Moto, el tiempo acompañando, tan sólo un poco de frío al comenzar la ruta a las 7,30 h. de la mañana.
Nos reunimos miembros de nuestro club de distintos lugares de España, pasando un estupendo fin de semana.
El Sábado por la noche me tomé un cubata, Seven up con Ron de caña; bueno la verdad es que sólo me tomé medio porque inmediatamente vi que empezaba a arrastrar la lengua, y el colocón que me estaba pillando con medio cubata era tremendo.

Recorrimos no sólo los lugares típicos de Cuenca, vimos las casas colgantes y el puente metálico de S.Antonio, sino que además recorrimos la Zona de Palancares y Uña disfrutando de un estupendo tiempo y compañía.

En cuanto a las comidas, como siempre desgana total, medio montado de bacon con tomate, y algún picoteo (zarajos, tortilla, morteruelo, ajoarriero) pero siempre en cantidades poco preocupantes por su cantidad y consistencia.



Todo bien, excepto la vuelta a casa, en el regreso tomamos la carretera comarcal Cuenca-Guadalajara, la carretera de los pantanos que pasa por Sacedón, y una vez pasado el término de Alcocer, y a unos 50 minutos de la llegada a nuestro destino, pudo ocurrir una desgracia.

Un podenco grande, proveniente de alguna montería, se escapó y tras introducirse en la carretera a nuestro paso, y asustarse empezó a zigzaguear entre las motos con el resultado de 5 heridos y un muerto; para suerte nuestra el muerto fue el perro.

Varios traumatismos en los heridos, y según parece el peor... el que estas líneas suscribe; sexta costilla fisurada, tendinitis postraumática en rodilla izquierda, magulladuras varias, bursitis en codo izquierdo, rizoartrosis (o algo así) en la mano derecha y un traumatismo renal que me tiene postrado en reposo absoluto por 20 días, con la esperanza de dejar de orinar sangre.

Aún así el viaje mereció la pena, hay que dar gracias a Dios de que no pasase nada con la que se podía haber liado, la moto en el taller, y yo esperando poder volver a pilotarla, en definitiva un fin de semana completito.




Hasta la fecha llevo perdidos 46 kg. en pantalones gastaba una talla 70 y en la actualidad uso una 58 (48 en vaqueros); esto marcha.










viernes, 15 de octubre de 2010

HE RESUCITADO



Hoy después de mucho tiempo vuelvo a escribir en este blog.
Pido disculpas a mis seguidores, y estoy cabreado por no haber escrito más, pero fundamentalmente estoy enfadado conmigo mismo porque no he cumplido el compromiso que me había hecho de escribir con cierta regularidad.

Fuera de lamentaciones, en este momento os cuento como me va:

He tenido muchos cabreos por no poder disfrutar de la comida, porque como ya he dicho en alguna ocasión nos operan del estómago pero no del cerebro, por lo que me sigue apeteciendo comer, máxime cuando no he abandonado mi afición a guisar, aunque lo hago a pequeña escala.

He aprendido algunas cosas:

1ª.- Si guiso no como, o si como no guiso. (básicamente porque cuando guiso salivo, se me llena el estómago de saliva y luego me sienta mal la comida y tengo que devolver.)

2ª.- Necesito tranquilidad a la hora de comer, cada día que discuto con mis hijos al empezar a comer, me olvido de comer despacio masticando mucho y lento, y acaba vomitando.

3ª.- Definitivamente no puedo comer y beber a la vez porque me dan naúseas y tengo que descomer.

En definitiva, que lo que mejor he aprendido es a devolver, vomitar y descomer.

He intentado ir dejando el tratamiento anti-ansiedad que tenía a base de fluexetina, y veo que no es lo más idóneo, vuelvo a tener ansiedad.

Paralicé la bajada de peso y empecé a perder volumen, posteriormente he vuelto a perder peso y en la actualidad he conseguido perder ya 45 kg.

Por fin fui a ver al endocrino, me mandó la analítica preceptiva, y cuando se la llevé para ver en que estado me encontraba me encontré con la sorpresa de que parecía la analítica de un indio, no había nada más que flechas para arriba y para abajo, vamos que no tenía nada bien, estaba absolutamente desvitaminado, problemas de calcio, se me habían ido los valores de referencia del tiroides, debido a que con la pérdida de peso ahora la dosis debía ser mucho menor. El endocrino me echó la bronca, porque dice que estaba perdiendo demasiado peso, así que tengo que ir menos rápido; me dijo que todos los días debía tomarme dos claras de huevo echadas en una sopa o en tortilla. -- La verdad es que lo hice dos días, porque si me comía las claras no podía comer nada más.

En el momento que he empezado a tomar vitaminas y calcio, soy una persona nueva, me encuentro mucho más fuerte, he vuelto a montar en moto y hacer viajes largos, y ahora me permito pequeños lujos, como decía al principio ahora guiso de vez en cuando y me pongo a comer pasado un rato, en vez de hacerlo acto seguido, ayer preparé un conejito con pimienta rosa que quitaba el sentido, y ahora acabo de preparar unas ancas de rana a la leonesa que me comeré en un par de días. De cena me he tomado un caldito de pescado mientras hacía las ancas, y dentro de un rato recenaré algo de fruta o quizás me coma unas zanahorias.

Lo cierto es que me ha cambiado el ánimo, y empiezo a desarrollar nuevas tareas, he vuelto a estudiar, esta semana he realizado un curso, y me acabo de matricular en otro de Francés on line, también estoy mirando la posibilidad de realizar un master sobre violencia de genero que parece bastante interesante, con la única pega de sus casi 1800 Euros de coste; ya veré que hago, lo importante no es el curso en sí, que no me sirve para nada, salvo la satisfacción personal. Lo importante es que vuelvo a interesarme por las cosas.

He vuelto a cambiar ropa en mi armario, en esta ocasión he sacado 14 camisas que ya me valen, al menos 4 de ellas sin estrenar, de esas que me compraba y decía en cuanto pierda un par de kilitos me la pongo, y eso no llegaba nunca; bueno la ventaja es que ahora con quitar las etiquetas y sin pagar un duro estreno ropa.

También he cambiado dos veces de cinturones, y a los de ahora les he tenido que hacer 3 agujeros más, la chupa de la moto se me está quedando grande, y mi chaleco motero de cuero lo compartiré con alguien porque ahora entramos dos.

En fin os dejo que mañana me levanto a las 6 de la mañana para hacer una ruta en moto hasta Cuenca donde pasaré el fin de semana con mi mujer y unos amigos, en total 15 motos y 3 coches, empezaremos mañana recorriendo la Serranía de Cuenca donde debemos estar a las 10 de la mañana.

Ya os contaré.

Un abrazo (ahora ya se me va abarcando)

¡ Qué son 45 kg !

¿ Cuantos más caerán ?

jueves, 10 de junio de 2010

SE ACABÓ LA TENSION.


Por fín hemos terminado con el evento motero que teníamos preparado, por fín puedo descansar un poco, la verdad es que lo necesitaba, suerte que estoy rodeado de un buen equipo de gente que se han encargado de hacer mucho más fácil la realización de la concentración, sin ellos hubiera habido que suspenderla.
He disfrutado, he montado en moto, he pasado más sed que hambre, dado que mi organismo me demandaba más agua del que era capaz de beber, pero el calor extremo que tuvimos el sábado era bastante agobiante, y tenía más necesidad de apagar mi sed que hambre. Por la mañana tomé un batido (Optisource) y por la noche mientras que todos se ponían ciegos (Malena Gracia incluída) me limité a tomarme media tacita de gazpacho. Sigo echando de menos los torreznitos, aunque lo cierto es que sólo en mi cabeza, mi estómago (creo que me lo han debido quitar todo) no pide de comer. Mi mujer se ha cabreado conmigo porque me he hecho una ruta en moto, y ella considera que es demasiado pronto para hacer locuras. Han pasado 15 días desde la intervención, y quizás tenga razón, pero llevaba demasiado tiempo sin darle vuelta al acelerador.
Aquí os dejo una fotografía de la fiesta del sábado.
Por otra parte me he pesado: 27 kg. menos, en 50 días no está nada mal. El único problema es que tengo una debilidad extrema que me impide llegar a trabajar a mi hora todos los días, me cuesta muchísimo levantarme, y yo que apenas duermo 4 horas a diario, ahora me paso el día durmiendo. Seguiremos esforzándonos por bajar la aguja de la báscula de los 128 kilos que peso ahora, la tensión sigue como un chaval, tengo 11,9 de alta y 7 de baja. Como cuando tenía 17 años.
El médico me ha dicho que siga dos semanas más a base de líquidos, que ya sabe que es duro, pero que ahora ya he demostrado que soy capaz de hacer las cosas más difíciles, que me siga demostrando mi voluntad a mí mismo. Después de estas dos semanas empezaré a tomarme purecitos, que ganas tengo de cambiar de sabores, me estoy cansando un poco, pero es que llevo exactamente 50 días sin masticar. (salvo unas verduritas unos días antes de la operación, a fin de poder tener mi momento "all bran")
Quisiera andar un poco más, ya que me viene bien hacer ejercicio, pero no soy capaz, estoy agotado, espero remontar esta situación, ahora de momento me empuja a continuar tanto la mejoría física, como el hecho de haberme podido poner ropa que tenía guardada en el armario desde hace bastante tiempo, alguna de ellas sin estrenar.

jueves, 3 de junio de 2010

JUNIO 2009 en una comida de Hermandad con mi grupo motero "REBELS"


12 DIAS DESPUES...

Efectivamente ya han pasado 12 días desde la fecha de la operación, ya me he empezado a desinchar y he eliminado líquidos, con lo que desde el otro día en mi última entrada, he bajado otros 7 kg.
Mi peso actual es de 131 kg. o lo que es lo mismo 24 kg. menos que cuando empecé mi dieta hace aprox. 40 días.

Con los nuevos batidos proteínicos me encuentro mejor, me paso toda la mañana para poderme tomar uno, pero noto que su contenido me llena de fuerza, y estoy menos débil, el resto del día lo paso con algún caldito de ave, un poquito de gazpacho muy ligerito, y algún zumo entre horas, para vitaminarme un poco. Parece que he agrandado un poco el estómago, y eso me preocupa, o quizás tan sólo es que empiezo a tolerar un poco más lo que introduzco en él, pero lo cierto es que ya puedo beberme medio vaso de agua en un tiempo prudencial, y no como antes que se me calentaba el agua antes de poder bebérmelo.

La bajada de peso también me ha alegrado el cuerpo, hoy me he puesto una americana que me había puesto en dos ocasiones, y me faltaba una cuarta para podérmela abrochar, y creo que me quedan otras tres puestas, dado que ya se me ha quedado grande; en cuanto pueda daré una vuelta muy urgente a mi vestuario, y al fondo de armario, porque me da la sensación que si me descuido voy a pasar de no poderme poner muchas cosas por pequeñas, a no podérmelas poner por grandes. (En este momento me descubro a mi mismo esbozando una sonrisa)

Me han quitado las grapas, todas las heridas han cicatrizado muy bien, y me han dicho que las deje al aire para que se terminen de curar, sigo pensando que hay algo de magia en esto, llevo trabajando toda la semana y me encuentro de lujo.

El fin de semana voy a coger la moto para hacerme una ruta, en contra de la opinión de mi santa, que cree que es demasiado pronto, pero es que tengo una concentración de motos que organizo yo, junto a mis amigos del club motero en Alcalá de Henares, y está prevista desde hace 10 meses, por lo que no puedo faltar.

Ya os contaré; de momento estoy más acostumbrado a mi nuevo estado, sigo sin tener apetencia ninguna por la comida, y hecho más de menos el saborear cosas conocidas, que el comerlas en sí.
Insisto, son 24 kg. de acuerdo, pero no es un remedio milagroso para tener una estética más correcta, es una puñetera enfermedad que me llevaba al corral de los "callaos", y a la que ha habido que aplicar una situación drástica, y desagradable como mal menor.

Saludos.

domingo, 30 de mayo de 2010

YA SOY UN BARIATRIZADO

Efectívamente ya he sido operado, ahora ya soy un miembro más del club de la cirugía bariátrica.

Como cuestión previa debo aclarar a quienes lean esta entrada, o a quienes me saludan por la calle, que esto no es una operación de estética, esto es la "ultima ratio legis" para comedores impenitentes, que han intentado por todos los medios vencer su adicción a base de fuerza de voluntad y de pasar hambre en multitud de ocasiones, y con igual número de fracasos, con pérdidas de peso exageradas y con efectos rebote y subidas que nos situaban normalmente por encima de la línea de salida.

La sensación que tengo ahora, es la de que he pasado de ser un enfermo a ser un tullido.

Antes era un enfermo incontrolable con ataques de ansiedad en los que es impensable la cantidad de alimentos que deglutía y ahora soy un tullido que no tiene ningún apetito, ni ansiedad, pero al que le falta un.... digamos 80 % de su estómago. Y ESO NO ES SANO; aunque evidentemente más insano era arrastrar 155 kg. con 1,67 cm de altura.

La operación sólo puedo definirla como mágica; fui operado el día 21 por la tarde, pasé esa noche en la UCI, y a la mañana siguiente me subieron a planta, el mismo sábado 22 me quitaron la sonda nasal, y el oxígeno, el día 23 domingo, ya me levantaba y me quitaron la sonda urinaria, el día 25 por la tarde me dieron el alta y me marché a casa a celebrar el cumpleaños de mi hijo.

No tengo sensación de haber sido operado, en cuanto a que no he tenido dolores, y apenas tengo cuatro incisiones en la tripa, y otra un poco más pequeña por donde llevaba el drenaje.

El día 26 me dirigí a la farmacia donde me peso siempre, tenía claro que había bajado peso, me habían quitado un estómago considerable, llevaba tres días sin comer (solo suero por vía) y los dos últimos unos calditos de ave, pero mi sorpresa fue que cuando me enfrenté a la báscula, posíblemente por efecto de estar hinchado, por retener líquidos, o por la causa que fuese tan sólo había bajado medio kg. manteniéndose la báscula en 138 kg. y reflejando únicamente la perdida de peso previo a la intervención en un par de días me pesaré de nuevo, y estoy seguro que la diferencia ha de ser mayor.

En cuanto a la comida no tengo ningún apetito, he visto raciones, tapas, guisos, etc. Me he acercado a ellos, e incluso he metido la nariz dentro para olerlos, me han parecido apetitosos en su olor, pero ni física ni mentalmente me he sentido atraído por ellos, ni tan siquiera he salivado.
Lo cierto es que me gustaría que me apeteciese y poderme controlar, pero tras la operación he descubierto que me controlo únicamente porque no me apetece; bueno y porque en este momento tengo muchísimo miedo de comer, dado que hasta el agua tengo que beberla a buchitos miserables. Espero que esto cambie, porque me encuentro un poco abatido, es como si al intervenir mi estómago hubiesen castrado también el gusto por la comida.

La únicas molestias que puedo referir como consecuencia de la intervención han sido producidas por la sonda nasal, que me irritó la garganta un par de días, y por la sonda urinaria que una vez que me la sacaron y seguramente porque hubiese arañado un poco por dentro, me produjo un escozor interior cada vez que orinaba, que ha tardado tres días en quitarse.

Me encuentro muy cansado, pero es que estoy tomando poca proteína dado que me han dicho que tengo que tomarla muy diluída, ahora un batido me dura tres días, aunque acabo de descubrir Optisource plus que ya viene realizada la mezcla en un pequeño brick, y voy a empezar a tomarlo como si fuese zumo para recuperarme un poco.

En unos días os sigo contando.

jueves, 20 de mayo de 2010

SE ESTÁN AFILANDO LOS BISTURÍES.

Miedo, tengo miedo.

Bueno en realidad no es miedo, la operación no me da ningún miedo, creo que lo que sea sonará, y no me preocupa; quiero decir que no me preocupa que me pueda pasar algo.
Tengo la enorme suerte de ser creyente, y se que Dios no me va a dejar sólo, y además sé que si me pasara algo, aquí estaba sólo de paso.
El único temor serían mi mujer y mis hijos; pero temo por ellos, no por mí porque el que palma descansa.

¿Entonces por qué mi temor? -Creo que tengo miedo al cambio, me preocupa el cambio.
Temo boicotear la operación y volver a dar de sí mi estómago. Temo no saber si seré capaz de controlarme en el futuro, o si volveré a mis malos hábitos alimentarios. Temo pensar que en lo sucesivo tendré que decidir entre beber y comer porque todo no me va a caber en el nuevo estómago.
Temo hacer una de mis suculentas paellas y pensar que tendré que elegir entre los granos de arroz o los tropezones.
Temo no poder acostumbrarme a mi nueva vida, porque ahora mi estómago es mío, está dado de sí, de acuerdo... pero es mío, y lo tengo en uso... en maluso,...en desuso desde hace un mes; pero lo tengo.
No me hago a la idea de tenerme que comer un yogurt en dos veces, de no poderme comer ni las uñas. No soporto el pensamiento de haber renunciado definitivamente a meterme entre pecho y espalda un churrasco de un kilo, regado con un buen vino. Ya no volveré a ir a un restaurante a decir de primer plato una paella, y de segundo... de segundo otra paella.
Me preocupa enormemente desconocer el futuro.

¿Cual es mi presente? Hoy me he pesado en la misma báscula de siempre, no he bajado finalmente tanto peso como creía, pero tampoco me puedo quejar, hoy me he pesado y he dado en la báscula 138 kg. Es decir 17 kg. menos que hace un mes cuando comencé mi dieta.

Acabo de tomar mi "última cena" -- Un exquisito batido de vainilla de la marca Optisource, con poco agua para que espese un poco más, y para engañarme a mí mismo me he dado un capricho, le he bautizado con mucha canela en polvo; si no fuese porque le falta la galleta podría pasar por unas natillas.

Mañana ingreso sobre las 12,30h. en la clínica Sta. Elena de Madrid, me operarán a primera hora de la tarde, y debo estar en ayunas hasta entonces, ya oigo a los cirujanos afilando los bisturíes al grito de... ¡ otro gordo en la mesa de operaciones !, sujetadle que se cae por los dos lados de la camilla.

Según me han dicho pasaré entre uno y dos días en la UCI, y después en la habitación otros 4 días más o menos.

Si todo va bien espero el día 5 poder conducir mi moto en la concentración que tengo preparada con mi club motero en Alcalá de Henares.

MAÑANA ES EL DÍA.

sábado, 15 de mayo de 2010

ADELGAZAN LOS SALARIOS.

Dado que en este Blog se trata de cuestiones relativas a la pérdida de peso y del adelgazamiento, y dado también que nuestro querido presidente Zapatero, ha decidido adelgazar nuestras nóminas y conseguir que perdamos peso de ese modo no puedo por menos de escribir estas líneas que me ha hecho llegar un amigo.

A TODOS LOS FUNCIONARIOS Y EMPLEADOS PÚBLICOS:

En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer. Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi indigente, trasunto del novelón galdosiano, fue poco a poco hundiéndose en el olvido.

Pero en los últimos días se ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios.
Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este colectivo. Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración , y para conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar los dedos.
Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?... “España va bien”.
Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.
Pues bien, ahora resulta que, los efectos de aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis. Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron dinero sin las debidas garantías.
No pensemos que las ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios.
Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor económico.
Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la crisis y son unos “privilegiados”!

martes, 11 de mayo de 2010

COMIENZA LA CUENTA ATRÁS.

Hoy he estado con el cirujano, nos hemos estado planteando cómo va a ser la operación.

Definitivamente nos olvidamos de la técnica del by-pass gástrico, parece que en mi caso al no ser goloso, y mi mala alimentación provenir mayormente de grandes y pantagruélicas ingestas hace que podamos prescindir de técnicas malabsortivas, con lo que tenemos asegurado un mejor postoperatorio y además de menor riesgo y menores contraindicaciones, la calidad de vida posterior también es muchísimo mejor.

No hay efecto Dumping, no tiene porque haber mareos, ni carencias proteínicas, o de algunas vitaminas. En definitiva vamos a intentar sólo la reducción, y si viésemos que no fuese bastante, entonces a lo mejor dentro de un año podríamos plantearnos el by-pass como 2ª intervención.

Los batidos están cumpliendo su objetivo, en apenas 20 días he perdido 14 kilos y he pasado de pesar 155 a mi peso actual 141 kg. Como premio el cirujano me deja introducir en mi dieta, unas verduritas, y he llegado a casa como un berraco, me he preparado en el horno un poquito de cebolla, pimientos verdes y rojos, un par de ajetes, dos trigueros, un tomatito y unas rodajitas de calabacín, rociadas con unas gotitas de aceite y sal gorda.

Coño, me he creído que soñaba, ¡que explosión de sabores en mi boca, que deleite después de 20 días a batidos proteínicos! nunca pensé que unas verduras pudiesen saber tan ricas, y tan distintas.

Creo que aprovechando la operación se van a llevar por delante la vesícula que está según indican las pruebas "atrofioesclerótica"

Resultado un pantalón de mi fondo de armario ya me vale y el cinturón ha migrado su anclaje tres agujeros.

¡Quién pillase unos torreznos!

martes, 4 de mayo de 2010

ESTOY YO CONMIGO MISMO

Sí, también está mi familia que me apoya, mi mujer que por primera vez se calla cuando digo algún inconveniene (hace como si no quisiera importunar al condenado), pero como en el chiste cuando el que estaba a punto de caer por el barranco decía: Pero... ¿Hay alguien más?.

- No, al final sólo estoy yo conmigo mismo.

Esto ya no da más de sí. O bueno, todo lo contrario, porque esto siempre da más de sí es por lo que ha llegado el momento de frenarlo.

Breve historia de mi gordura:

1er. Paso.- De las artes marciales a las pesas.

Cambio de comidas, mayor ingesta de alimentos, gasto tremendo de calorías, y llega el verano, tras tres meses sin gimnasio (a pesar de no dejar de nadar) he cogido 18 kg. y me situo cerca de los 100, 98 para ser exactos.

2º. Paso, Problemas de estress en el trabajo, microerosión ulcerosa en el duodeno, ansiedad tremenda y en un periodo de dos ó tres años me situo en los 121 kg. Para entonces ya he tenido una hernia de hiato funcional y he pasado por varios endocrinos, con abundantes efectos rebote, y sin conseguir el objetivo. Sigo practicando deporte, sigo jugando Beisbol, y decido que esto no puede seguir así.

3er. Paso, Me pongo en manos de un endocrino que me han recomendado y tras año y medio de privaciones, y sin pasarme nada, ayudado por un montón de pastillas consigo perder 42 kilos, me quedo en 79 y me veo el tipo más feliz del mundo, como sigo haciendo deporte y me veo fuerte, aunque muy demacrado, no me importa coger algo de peso, incluso hay quien me dice que debo engordar un poco porque no estoy bien.

4º. Paso, Sigo el consejo de engordar y enseguida me pongo en los 90, como ya se como adelgazar mejor que nadie decido que voy a ponerme por mi cuenta, pero mientras más esfuerzos hago la aguja más avanza hacia las tres cifras.

5º.- Paso, He vuelto a brincar los 100 (como me dijo un rústico de mi pueblo), intento hacer todo tipo de dietas, de arroz integral, de pollo, de sopa quemagrasas, pero me resulta imposible volver a las dos cifras. Salgo con mis hijos al campo, ya no hago deporte y mi vida se vuelve sedentaria, dedicándome a andar de vez en cuando como único ejercicio. (aparte de los consabidos de "tapeo en barra fija" y "triple salto sobre el chuletón"

6º paso, Creo que he conseguido estabilizarme en los 115 kg, pero cuando me quiero dar cuenta vuelvo al peso de origen 120 kg. Llegar de nuevo a ese peso, a pesar de los años que he tardado en recuperarlos me hace pillarme un cabreo inmenso. Por lo que como sigo sin encontrarme mal decido que mi nueva meta es por nada del mundo superarlos. Mientras tanto me ha atacado una enfermedad conocida como Síndrome de Hashi Moto (ni tiene que ver con mis años de prácticas de artes marciales, ni con mi afición por las dos ruedas) se trata de una enfermedad autoinmune que se ha cargado mi tiroides. Me han hecho una ecografía, ¡Y no tengo!, estoy como si estuviese operado de tiroides, apenas unos mínimos vestigios de la antigua existencia del mismo.
Diagnóstico --Hipotiroidismo primario--
A Hormonarme de por vida.

7º paso, he aguantado bien en los 120 kg. y salvo mis esguinces de tobillo, y algun inconveniente para comprarme ropa sigo relativamente contento, he subido a los 125, pero no es preocupante y además no me privo, como de todo: pan, torreznitos, careta de cerdo, cocidos, paellas, bocatas, e ingentes cantidades de embutidos rojos.

8º paso, he tenido un accidente de circulación en moto, me he roto el húmero, la caída no fue grande pero el batacazo con todo mi peso me ha llevado al quirófano, me tienen que colocar unos clavos. y reposo en casa. Durante el tiempo de reposo y la baja laboral (7 meses) en los que mi única actividad es ir al gimnasio a rehabilitar el hombro, engordo casi 30 kg. en ese periodo, esto es desesperante, veo como por días las cosas dejan de valerme, prácticamente cuando me lavan la ropa, luego al ponérmela me veo que me queda más estrecha ( y no ha encogido).

9º paso, Me empiezo a encontrar como un minusválido, tengo problemas para atarme los cordones, para asearme, para realizar cuestiones muy básicas, apenas puedo dormir y cuando lo hago tengo apneas de sueño, además ya tengo algo de hipertensión, y lo que mi médico de cabecera tras un ataque de gota ha definido como comienzo del sindrome X.
Decido afrontar la cirugía bariátrica, y tras pesarme doy 150 kg. para mi 1,67 cm. empiezo a hacerme las pruebas: psiquiatrica, analítica, tránsito intestinal, visita al neumólogo, placas, ecografías, colangioresonancias, T.A.C., electrocardiogramas, y un largo etcétera, durante el tiempo que tardo en hacerme las pruebas, con la ansiedad que me produce mi situación llego hasta los 155 kg.

Pero a partir de Ahora esto se acabó, es mi obesidad o yo. O liquido mi obesidad, o ella me liquida a mí.