martes, 4 de mayo de 2010

ESTOY YO CONMIGO MISMO

Sí, también está mi familia que me apoya, mi mujer que por primera vez se calla cuando digo algún inconveniene (hace como si no quisiera importunar al condenado), pero como en el chiste cuando el que estaba a punto de caer por el barranco decía: Pero... ¿Hay alguien más?.

- No, al final sólo estoy yo conmigo mismo.

Esto ya no da más de sí. O bueno, todo lo contrario, porque esto siempre da más de sí es por lo que ha llegado el momento de frenarlo.

Breve historia de mi gordura:

1er. Paso.- De las artes marciales a las pesas.

Cambio de comidas, mayor ingesta de alimentos, gasto tremendo de calorías, y llega el verano, tras tres meses sin gimnasio (a pesar de no dejar de nadar) he cogido 18 kg. y me situo cerca de los 100, 98 para ser exactos.

2º. Paso, Problemas de estress en el trabajo, microerosión ulcerosa en el duodeno, ansiedad tremenda y en un periodo de dos ó tres años me situo en los 121 kg. Para entonces ya he tenido una hernia de hiato funcional y he pasado por varios endocrinos, con abundantes efectos rebote, y sin conseguir el objetivo. Sigo practicando deporte, sigo jugando Beisbol, y decido que esto no puede seguir así.

3er. Paso, Me pongo en manos de un endocrino que me han recomendado y tras año y medio de privaciones, y sin pasarme nada, ayudado por un montón de pastillas consigo perder 42 kilos, me quedo en 79 y me veo el tipo más feliz del mundo, como sigo haciendo deporte y me veo fuerte, aunque muy demacrado, no me importa coger algo de peso, incluso hay quien me dice que debo engordar un poco porque no estoy bien.

4º. Paso, Sigo el consejo de engordar y enseguida me pongo en los 90, como ya se como adelgazar mejor que nadie decido que voy a ponerme por mi cuenta, pero mientras más esfuerzos hago la aguja más avanza hacia las tres cifras.

5º.- Paso, He vuelto a brincar los 100 (como me dijo un rústico de mi pueblo), intento hacer todo tipo de dietas, de arroz integral, de pollo, de sopa quemagrasas, pero me resulta imposible volver a las dos cifras. Salgo con mis hijos al campo, ya no hago deporte y mi vida se vuelve sedentaria, dedicándome a andar de vez en cuando como único ejercicio. (aparte de los consabidos de "tapeo en barra fija" y "triple salto sobre el chuletón"

6º paso, Creo que he conseguido estabilizarme en los 115 kg, pero cuando me quiero dar cuenta vuelvo al peso de origen 120 kg. Llegar de nuevo a ese peso, a pesar de los años que he tardado en recuperarlos me hace pillarme un cabreo inmenso. Por lo que como sigo sin encontrarme mal decido que mi nueva meta es por nada del mundo superarlos. Mientras tanto me ha atacado una enfermedad conocida como Síndrome de Hashi Moto (ni tiene que ver con mis años de prácticas de artes marciales, ni con mi afición por las dos ruedas) se trata de una enfermedad autoinmune que se ha cargado mi tiroides. Me han hecho una ecografía, ¡Y no tengo!, estoy como si estuviese operado de tiroides, apenas unos mínimos vestigios de la antigua existencia del mismo.
Diagnóstico --Hipotiroidismo primario--
A Hormonarme de por vida.

7º paso, he aguantado bien en los 120 kg. y salvo mis esguinces de tobillo, y algun inconveniente para comprarme ropa sigo relativamente contento, he subido a los 125, pero no es preocupante y además no me privo, como de todo: pan, torreznitos, careta de cerdo, cocidos, paellas, bocatas, e ingentes cantidades de embutidos rojos.

8º paso, he tenido un accidente de circulación en moto, me he roto el húmero, la caída no fue grande pero el batacazo con todo mi peso me ha llevado al quirófano, me tienen que colocar unos clavos. y reposo en casa. Durante el tiempo de reposo y la baja laboral (7 meses) en los que mi única actividad es ir al gimnasio a rehabilitar el hombro, engordo casi 30 kg. en ese periodo, esto es desesperante, veo como por días las cosas dejan de valerme, prácticamente cuando me lavan la ropa, luego al ponérmela me veo que me queda más estrecha ( y no ha encogido).

9º paso, Me empiezo a encontrar como un minusválido, tengo problemas para atarme los cordones, para asearme, para realizar cuestiones muy básicas, apenas puedo dormir y cuando lo hago tengo apneas de sueño, además ya tengo algo de hipertensión, y lo que mi médico de cabecera tras un ataque de gota ha definido como comienzo del sindrome X.
Decido afrontar la cirugía bariátrica, y tras pesarme doy 150 kg. para mi 1,67 cm. empiezo a hacerme las pruebas: psiquiatrica, analítica, tránsito intestinal, visita al neumólogo, placas, ecografías, colangioresonancias, T.A.C., electrocardiogramas, y un largo etcétera, durante el tiempo que tardo en hacerme las pruebas, con la ansiedad que me produce mi situación llego hasta los 155 kg.

Pero a partir de Ahora esto se acabó, es mi obesidad o yo. O liquido mi obesidad, o ella me liquida a mí.

3 comentarios:

  1. Hola José Pedro:
    Enhorabuena por tu decisión.
    Te deseo todo tipo de éxitos .
    Ya tienes un seguidor.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. hola José Pedro, estuve leyéndote por un momento y comparto los buenos deseos de Miguel Arturo, tu decisión es el mejor camino a una recuperación fantástica de la obesidad,te comento que ya hace dos mese me opere, me hicieron la gastrectomía en manga, y he bajado ya 30 kilos, y conste que no he hecho mucha actividad física desde que me opere, ese es mi principal error, pero no me arrepiento de la cirugía pues el lo mejor que he hecho hasta hoy día por mi y mi vida, se acabo la hipertensión, se acabaron las apneas de sueño(mi mujer ha vuelto a dormir pues ya casi no ronco) mi calidad de vida ha mejorado de sobremanera, así que te deseo lo mejor en tu cirugía y te felicito por la decisión, un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por vuestro ánimo-

    Alea jacta est.

    Mañana me opero.

    ResponderEliminar